jueves, 6 de julio de 2017

FELIZ DÍA DEL MAESTRO

HOMENAJE AL MAESTRO EN SU DÍA ARENGA AL MAESTRO. AMAUTA SEMBRADOR DE CONOCIMIENTOS Y FORJADOR DE UNA NUEVA CONCIENCIA Dr. Lit. Víctor Unyén Velezmoro (*) El Decreto Supremo de 4 de mayo de 1953, promulgado por el General Manuel A. Odría, presidente de la Junta Militar de Gobierno; Considerando: “Que es un deber de estricta justicia rendir homenaje a la primera Escuela Nacional de Varones, fundada en nuestra vida independiente por orden del Libertador del Perú, Generalísimo don José de San Martín y mediante Resolución expedida por el Marqués de Torre Tagle el 6 de julio de 1822; Decretó: 1º Declárase el 6 de julio de cada año como el “DÍA DEL MAESTRO”. Honor al Mérito al Maestro, émulo de Cristo en la Tierra. Cristo el Maestro de Maestros, que vino a este mundo terrenal a impartir “el mensaje de Dios” y con su ejemplo construir un mundo mejor, impregnado de bondad, amor y sacrificio. Maestro “incansable y tenaz sembrador”, en tu paso por las aulas “vas dejando semillas de amor” y conocimientos; en tu sagrada misión, enseñas a los niños a leer y escribir: “Ese nuevo evangelio que empieza / con su canto inmortal ABC”; aplicando a los jóvenes el interés por la ciencia, tecnología y cultura general. “El Maestro es el heraldo que anuncia / el sublime evangelio del bien”. Ese honor es compartido con la Maestra, he allí el canto de Carlos Patrignani: “… y cuando ves que pasa una Maestra Con gran respeto tu cabeza inclina, Saluda a ella el Ángel, la heroína, del noble sacrificio y del deber. Es la Maestra luz del universo, el cielo del amor y la esperanza, en donde brilla el Sol de la enseñanza y el iris luminoso del saber”. José Rovillón nos dice, que ellos y ellas “son el alma noble que da vida digna al servicio de los demás. Es el fuego que da calor a los corazones que empiezan a conocer su patria. Es el alma generosa en medio de los ríos, de la lluvia y del sol, que amanece todos los días en todos los rincones de la patria”. En la Revista “Palabra de Maestro” Nº 046. Homenaje al Dr. Emilio Barrantes, que presidió la Comisión de Reforma de la educación el año 1969, resalta:”Los grandes hombres dejan un gran legado. El nos dejó su sabiduría, su ejemplo de vida, sus sueños y una fértil producción bibliográfica”. El Dr. Emilio Barrantes en su libro “La Escuela Humana”, escribe: “que la escuela debe ser la prolongación del hogar y los profesores desempeñar un poco el papel de padres. El amor es la fuente primaria de la vida humana y no solo para la educación. Debemos empezar a humanizar a la comunidad entera. Hay que volver a lo mejor que tiene el ser humano, su gran capacidad de amor”. Pero en este homenaje al Maestro, no puedo pasar por alto, a los Amautas (hamautta, yachac, yatiri) a los Maestros Andinos que durante milenios “se encargaron de producir, mantener, desarrollar y transmitir los valores culturales ancestrales”, que están grabados en cada adobe, en cada piedra, cerámica, tejidos, en su folklore, danzas y canciones, en el aire que respiramos, etc. “que constituyen una visión armónica del mundo y un cuerpo de conocimientos de lógica original”; surgido de las raíces profundas de nuestros pueblos milenarios. El Maestro Horacio Zeballos, en su arenga al Maestro, nos recuerda el camino a seguir, siempre de pie con la frente en alto, que “el hombre es tan grande como su sueño, su ideal, su esperanza y su plan” (A. Hart B.) MAESTRO De: Horacio Zeballos. Maestro, En tu libro de lucha / he aprendido / que no traicionar es un mandamiento. Me enseñaste a vencer montañas / y ciudades / a no retroceder como el agua constante. Vives en mi sangre / y el pueblo abraza tu esperanza. Eres el Huascarán que de puro hermoso causa espanto. En ti aprecio al Urubamba que baja vivando y al amanecer pareces el Titicaca que se ahoga / en las orillas de mis ojos. Nada importan abrojos y enemigos / para vencer requiero tu ternura, la transparencia humana / tus brazos de cóndor. Quiero lealtad / como los niños que siembras con tus palabras. Maestro, / cuando te miro me acuerdo que estoy venciendo y no tengo miedo a los descuartizadores / de la luz y el canto. Colegas, en este mi trajinar de Maestro, he aprendido a comprenderlos en sus alegrías y en sus penas; compartir sus luchas, en sus triunfos y fracasos; su abnegación hasta el sacrificio. Y me he identificado plenamente con su sacerdocio; en lo que representa como derrotero de conciencia de los pueblos, como constructor de un modelo de patria diferente. Por lo expuesto colegas en nuestro día, les dedico mi poema “He necesitado Maestro”, recientemente incluído en el Libro “Poetas y Narradores del 2007” publicado por el Instituto de Cultura Peruana (ICP) de Miami – Estados Unidos. HE NECESITADO MAESTRO De: Víctor Unyén Velezmoro Maestro, He necesitado recorrer tu sacerdocio / para comprender el camino angosto de piedras afiladas / que marcan tu ciencia. He necesitado experimentar / cada mañana en cada célula, el costado sangrante de espinas, / que roen tu numen / y alborota mi conciencia. He necesitado vivir cortando el tiempo, / compartir mendrugos de tu aliento, Evocar la sonrisa de los jóvenes, / para sentirme como tú, MAESTRO. (*) Palmas Magisteriales – Grado de Maestro.

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