Para Víctor Unyén Velezmoro
Ah, Víctor, navegante de oceános difíciles. Nuevamente, echas velas al viento y sólo tu corazón te dice que alcanzarás el mañana.
Si alguna vez en alta mar te espero - brisa, gaviota u ola - dirige tu proa, amigo, hacia las banderas abiertas de mi alma y cuéntame que el Perú es entonces una patria de hortalizas y vientos nuevos donde amanece, ¡por fin!, la sonrisa de los niños.
Fraternalmente.
Oscar Colchado Lucio
Lima, 07.05.1985.
sábado, 8 de noviembre de 2008
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