jueves, 12 de noviembre de 2009

MI LUCHA CONTRA EL CÁNCER - TESTIMONIO VIII

MI LUCHA CONTRA EL CÁNCER – TESTIMONIO VIII
Por: Víctor Nolberto Unyén Velezmoro
A mí no me trataron con quimioterapia sino con vacunas de BCG, estas me las colocaron en la vejiga; empecé la primera Fase el 19 de diciembre del 2 005, acudiendo durante seis semanas al piso 12 A de Urología del Hospital “Edgardo Rebagliati Martins”, por lo general me la aplicaban los viernes, mi día libre en el colegio para no perder clases, viajaba los jueves por la noche y retornaba los domingos por la mañana; después de cada instilación vesical tenía que descansar un día para evitar posible sangrado, además me daba fiebre y para el dolor tomaba novalgina, y bastante agua.
Terminada las seis semanas de tratamiento, el Dr. Víctor Luna me citó para el 15 de febrero del 2006 en el Consultorio 33 de Urología, recetándome una segunda Fase de tres vacunas de BCG, colocándome la primera dosis el 25 de abril; la tercera Fase la inicié el 18 de agosto y la culminé el 1 de setiembre; a partir de esa fecha fue cada seis meses, el 1 de marzo del 2007 inicié la cuarta Fase, siempre de tres vacunas semanales. Antes de empezar cada Fase de las ocho que comprende el tratamiento, algo más de tres años, el médico me practicaba una citoscopía, felizmente hasta la última que fue en el mes de marzo del 2009, no hubo rebrote, inicié la octava y última Fase de BCG el 24 de abril para culminarla el 8 de mayo del 2 009.
Estas evocaciones son parte de mis días largos de interno como paciente en el hospital en Lima, durante mi tratamiento de la infección por pseudomona, después de la operación del carcinoma de la vejiga, y del cual aún continúo un tratamiento que sólo Dios y mi médico saben cuándo terminará.
Una mañana nos despedimos con destino a Hong Kong, dejamos muchos amigo, a algunos los volví a encontrar en el XIX Congreso Mundial de Poetas “Octavio Paz” con motivo del Bicentenario de la fundación de Acapulco y el Sesquicentenario del Estado de Guerrero (1999): Dra. Rosemary Challoner Wilkinson, en calidad de presidenta de la World Academy of Arts And Culture (1995 – 2000), Dr. Justice S. Mohan, presidió el 9th World Congress of Poets en Madras – India – 1986; Dr. Wang Chi-lung, presidió el 15th World Congress of Poets en Taipei, República de Taiwán (1994); Dr. Karl R. Bernard y su esposa Ollie Mae Wilson (EE.UU.), Dr. Maurus Young, presidente de la World Academy of Arts And Culture (2008), radicado en Francia; Dr. Manuel Leyva Martínez, presidente del 19th World Congress of Poets de Acapulco, México (1999); de allí partimos a Beijing, la capital de la República Popular China.
Dany ¿Qué hacemos?, es de noche ¿Cómo preguntamos por un taxi que nos lleve a un hotel? ¿Qué hotel?. Muchas preguntas sin respuestas. El idioma chino incomprensible para nosotros, el común del pueblo hablan gesticulando, como gritándose. ¿Cómo entenderlo o hacernos entender? El español es completamente desconocido por esos lares, el inglés apenas y en determinados lugares.
El avión aterrizó en Beijing, temerosos nos apresuramos en bajar, pero nuestro ángel guardián no nos desamparaba, estaba siempre cerca de nosotros, protegiéndonos; al salir de la manga al frente nos esperaba un funcionario con todas las características de peruano. ¡doctor Unyén! era el diplomático Adrián Moreno, me preguntó. ¡Sí! Fue la respuesta. ¡Soy funcionario de la Embajada del Perú en Beijing!. El alma volvió a nuestros cuerpos. Agradecimos a nuestro Dios por su presencia. Nos ayudó en los trámites de ingreso en el aeropuerto y de allí en una movilidad de la Embajada nos trasladó a un Hotel previamente contratado, cancelamos por adelantado para evitar cualquier percance en una país que si fue el de mi abuelito Ricardo (Cantón) no lo conocíamos, completamente extraño pero lo sentíamos como propio. Nos dieron una habitación amplia, la cama tenía como tres metros de ancho, Beijing se encontraba en plena transformación a la modernidad, construcciones por todas partes, el hotel en que nos hospedábamos, había sido uno de los más lujosos y destinado para visitantes importantes durante los tiempos de MAO. En fin era nuestra suerte.
Por la noche nuestro amigo Adrián se comunicó indicándonos que había un peruano, natural de Puno pero su familia radicaba en Arequipa, era el Ing. Wílmer Haya, casado con una dama belga, se ofrecía ser nuestro guía, quería practicar su español nativo después de largo tiempo, dominaba perfectamente el idioma chino y conocía la ciudad como la palma de su mano; inmediatamente le dije que ¡Sí!, quedamos en conocernos al día siguiente. El Sr. Adrián Moreno pasó muy temprano por el hotel a recogernos, con el Ing. Haya nos conocimos en el local de la Embajada del Perú en la República Popular China, dejé para la Biblioteca algunos de mis libros, entre ellos “El Despertar de un Coloso” y la novela “El Retorno”.
Cuándo les menciono instilación vesical de la vacuna BCG, el tratamiento empieza desde la una de la tarde del día anterior sin beber líquidos; al día siguiente a eso de las 8 a.m. hago mi cola en el primer piso para subir por el ascensor acompañado de mi esposa al piso 12 A, Sala de Examen de Urología, entregar la cita a la enfermera, que casi siempre fue la Lic. Doris Sánchez Castillo, que inmediatamente se comunicaba con el laboratorio para que prepararan la vacuna de BCG previamente separada a nombre del paciente, eso demoraba más o menos una hora, para indicarnos a los pacientes que por orden de llegada nos atendían y que nunca superaba los cuatro por día, fuéramos al baño a miccionar; una vez llegado el turno nos hacían pasar a una sala acondicionada para tal fin, colocarnos en una camilla mientras llegaba la enfermera con una mesita rodante con el material: guantes, gasa, alcohol yodado, xilocaína, sonda y la vacuna de BCG 20 cc. contenida dentro de una jeringa, entre otros.
Con el Ing. Wílmer Haya visitamos la Plaza Tia’ nanmen, bastante amplia con capacidad para trescientas mil personas, la gente transitaba por debajo de ella, especie de calles subterráneas de unos seis metros de ancho que se dirigían hacia diversos lugares de la gran ciudad, nosotros lo hicimos, nos tomamos algunas fotografías de recuerdo teniendo como fondo el Palacio de Gobierno, al Museo, el edificio donde reposan los restos de Mao Tse Tung, hicimos fila de uno para visitarlo y conocerlo embalsamado; el local donde MAO inauguró la República Popular China, desde el balcón del tercer piso divisamos la amplitud de la Plaza; dirigiéndonos luego a conocer la Ciudad Prohibida de los antiguos emperadores chinos, al frente la foto de Mao Tse Tung, los puentes que cruzan el canal y el imponente muro de unos seis metros de altura y diez metros de ancho con su amplia puerta de madera engarzada con unas piezas de bronce que la hacían casi invulnerable. En el interior recorrimos cada pieza, salas decoradas como museos, dormitorios, plazas e inclusive nos tomamos unas bebidas de Coca Cola.
Dicen que era prohibida para el pueblo, allí radicaban los nobles con sus familias y servidumbre, los eunucos, vasallos que querían vivir como nobles pero los castraban para evitar reproducirse. Todo aquel que quería cruzar la gran pared e ingresar a su recinto, los guerreros desde la parte superior disparaban sus certeras flechas dando muerte a los intrusos, pero si alguien lograba hacerlo era incorporado a la nobleza.
Ya en la camilla la enfermera nos hacía que nos bajáramos el pantalón y la trusa, desinfectaba con alcohol yodado la zona del genital; la sonda de unos treinta centímetros de largo del grosor de un sorbete la impregnaba de xilocaína y lo introducía sintiéndose un pequeño dolor; una vez penetrado por el conducto respectivo hasta la vejiga inyectaba los veinte centímetros de la vacuna inmunomodulador de BCG. Terminada la aplicación, se tiene que permanecer quince minutos boca abajo controlado con reloj, quince minutos de costado izquierdo, quince minutos de costado derecho y al final quince minutos boca arriba, durante ese tiempo, una hora, aprovechaba en rezar el Rosario de la Virgen María, mientras decía ¿Vengo a ti Señor con el peso de mis culpas!
Cronometrado el tiempo en la camilla, uno procede a arreglarse y dirigirse a su domicilio a descansar; tomaba una tableta de novalgina para calmar el dolor y la fiebre que siempre da el primer día, hay que tomar bastante líquido y rociar con lejía cada vez que miccionaba en el wáter por la expulsión de la vacuna a través de la orina; cuando el dolor era más intenso tomaba Hanalgeze 10 mg., la primera dosis lo soportaba muy bien, la segunda me era doloroso a pesar de la anestesia porque uno quedaba inflamado de la primera, el tiempo entre una y otra era solamente una semana; la tercera dosis ya no quería ingresar me encontraba muy inflamado pero tenían que colocármela de todas maneras, allí era donde intervenía Dany imponiéndose me hacía ingresar a la Sala de Examen.
China
Dos corazones
en latidos de eternidad
remontaron vuelo.

En la distancia,
fraccionaron el infinito,
gesticularon el idioma.

Sintiéronse,
Dragón,
Ave Fénix,
Mandarines,
Emperadores.

Sin más linaje
Que sus genes orientales,
postráronse
ante el altar
de su milenaria raza.

Retornaron inmortales.

Ahora nos aprestábamos a visitar la Gran Muralla China, lo haríamos al día siguiente, había que madrugar hacia la Estación del Ferrocarril.

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